miércoles, 25 de noviembre de 2009

EL ALAKRANA: LECCIONES COMUNICATIVAS DE UNA CRISIS EN ALTA MAR – 2ª PARTE


Hoy, tras la comparecencia de la Sra. Vice-Presidente 1ª en el Congreso con las intervenciones de los respectivos portavoces de los partidos en la oposición, agregado a las declaraciones del Presidente de la Audiencia Nacional en la Cadena SER y la de los marineros españoles ya desde sus ciudades de residencia en el País Vasco y Galicia, tengo suficiente información para formular mi postura sobre el manejo de la comunicación desde los distintos frentes. Además, como expongo a continuación, adopto conclusiones sobre el efecto de las tácticas comunicativas que han rodeado el objetivo pretendido – la liberación de treintena de marineros del Alakrana, de los cuales 16 son españoles.

Primero, analizo los partícipes de los distintos poderes de la Administración Pública que hayan comunicado – Gobierno de España, partidos de la oposición, Audiencia Nacional – hasta el momento:-

Gobierno de España

1. Empecemos por la comparecencia de hoy de Dª Mª Teresa Fernández de la Vega. Escuché el relato de los hechos (discurso leído íntegramente) y una insistencia en la lección aprendida. Le pregunto a la Sra. Vice-Presidenta, ¿pero qué lección ha aprendido ella como coordinadora de la comunicación? Lo pregunto porque no escuché en ningún momento que lo dijera. La compareciente aludió a que había asuntos que no se podían revelar en su discurso (cosa que hay que reconocer aunque supongo que se tratarán en la Comisión de Asuntos Reservados del Parlamento). Sin embargo, en ningún momento expresó una mínima auto-crítica sobre posibles errores en el ejercicio de la responsabilidad, que aseguró (al día siguiente de la liberación) que asumía como coordinadora del gabinete de crisis. En ningún momento hizo referencia a una posible descoordinación interdepartamental en los comunicados sobre la crisis, y en mi opinión profesional sí que las hubo.

2. Le había precedido la Ministra de Defensa que detalló ciertos aspectos de las operaciones militares que supongo podía desvelar. Insistió en el ejercicio de la responsabilidad (palabras espontáneas sin referirse al texto) en todas las decisiones tomadas. Sin embargo, creo que perdió una excelente ocasión para dejar bien patente que el Ejército Español, a la cual pertenece la Marina y los buques en aguas internacionales del Océano Índico, se rigen por protocolos militares internacionales tantos en tiempos de paz como de guerra declarada. Al no poder acudir a dicha comparecencia ningún miembro del Estado Mayor, Dª Carmen Chacón fue portavoz del sentir de los militares, que nadie parece haber tenido en cuenta a la hora de evaluar la información y la opinión.

3. El Sr. Presidente del Gobierno, al estar ausente de España cumpliendo con sus funciones, tuvo una intervención mínima aunque sí respondió a las preguntas planteadas por la prensa desde Grecia. Me pregunto si actúa bien un jefe de gobierno respondiendo sobre tal tipo de asunto cuando se le pregunta en un rueda de prensa en otro país en el ejercicio de los preparativos de la presidencia española de la Unión Europea. Profesionalmente considero que debe evitar hacerlo.

Partidos de la Oposición

1. En primer lugar considero a la portavoz del PP, Dª Soraya Sáenz de Santamaría. Es evidente que su discurso preparado (estaba leyendo palabra por palabra) ya contemplaba que su adversaria dialéctica no iba a hacer auto-crítica. Lo que me sorprendió es que empleara un razonamiento (ya lo he comprobado en numerosas ocasiones en distintos asuntos en el PP) claramente contradictorio al de su correligionario y responsable de Comunicación del PP, D. Estaban González Pons, en relación con el tema de “pagar o no pagar rescate”. Mientras el portavoz de comunicación del PP declaró en un reciente programa de Mañanas de Cuatro que “de haber estado el PP gobernando, también hubiese pagado rescate ..”, la portavoz en el congreso del grupo parlamentario del PP empleó el pago del rescate para atacar a su interlocutora del gobierno. Jamás comprenderé semejante desorganización y mala gestión de hemeroteca al preparar los discursos.

2. El portavoz del PNV estuvo relativamente mesurado aunque no desaprovechó, como hizo su colega del PP, de sacar rédito político del asunto. El Sr. Erkoreka volvió a insistir (igual que la portavoz del PP) en la necesidad de embarcar a soldados españoles en los atuneros españoles que faenaban en esas aguas frente a las costas de Somalia. Propuso, a mi juicio, un cambio legislativo, caso de haber incompatibilidades con las leyes vigentes, para que el Ejército Español pudiera estar presente en los buques de pesca. Me parece una temeridad comunicativa hacer la propuesta en el calor del debate de dicha comparecencia, a sabiendas que el Estado Español no tiene libre albedrío allá donde haya una reglamentación sobre la presencia marítima en aguas internacionales de embarcaciones con la enseña española.

3. Mejor estuvo la comunicación sensata aunque después barriera para su ideología anti-capitalista, D. Gaspar Llamazares. Su afirmación sobre la dudosa conveniencia de garantizar “seguridad desde el Estado” para todas las actuaciones privadas lucrativas, probablemente fue lo más sensato dicho en el hemiciclo en la mañana de hoy. Criticó al Gobierno y también al mayor partido de la oposición en términos parlamentarios y con un lenguaje mesurado adecuado para ese tipo de comunicación. Un aprobado en esta ocasión para el portavoz de IU-ICV.

Audiencia Nacional

Preguntado en el programa radiofónico Hoy por Hoy de la Cadena SER, D. Ángel Juanes, Presidente de la Audiencia Nacional, entonó un mea culpa sobre una polémica nota de prensa emitida el pasado 12 de noviembre.

http://www.cadenaser.com/actualidad/audios/entrevista-angel-juanes-hoy-hoy/csrcsrpor/20091125csrcsr_9/Aes/

http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/200911/12/espana/20091112elpepunac_3_Pes_PDF.pdf

A pesar de las “buenas intenciones” del Sr. Juanes, en términos de una responsable comunicación de un alto cargo de la judicatura no permite margen para tales devaneos ni arrebatos. Como experto en el tema de comunicación, debo decir que cuando un miembro del poder judicial ejerce sus funciones informativas con posible ligereza suele correr el riesgo de despertar alarma entre la ciudadanía, una situación no permisible para un alto funcionario de su rango y experiencia. Así que el mea culpa es como frotar sal en una herida en carne viva como es el caso Alakrana.

El segundo bloque afecta al sector privado de esta crisis, compuesto por la empresa y sus trabajadores. Sólo he escuchado una exigencia del armador el pasado 6 de noviembre exigiendo al Gobierno y a la Administración de Justicia “faciliten la salida de los dos somalíes detenidos en España mediante medidas de carácter urgente ..”. ¿Con que derecho hace semejante exigencia? Si todos exigiéramos cada vez que nos consideremos víctimas o agraviados en un asunto, entraríamos en el juego de la comunicación anárquica que desembocaría en un caos social.

En cuanto a los 16 marineros españoles, mis felicitaciones por su liberación, y mis deseos de su pronto restablecimiento psicológico. Mi recomendación – como sujetos activamente implicados en la crisis y receptores directos de las presiones inhumanas de lenguajes comunicativos agresivos por parte de los piratas, es altamente aconsejable que no comuniquen aquello que hoy aquello que dentro de un tiempo de reflexión se arrepientan. Es el momento para que reciban todo el apoyo de expertos en atención a víctimas de secuestros y todo el afecto de sus seres queridos. No es el momento de comunicar subjetivamente aquello que su estado de ánimo aún alterado pueda arrepentirse después. Como gentes de la mar, estoy seguro que comparten una nobleza marinera, por lo que les recuerdo que “es de bien nacidos ser agradecidos”. Habrá tiempo para que vuelquen sus frustraciones sobre aquellos que pudieran haberles perjudicados, empezando por los piratas, y no por los que les han liberado.

Y al resto de familiares, pues espero que sepan guardar las formas en su comunicación a partir de este momento. Me parecería impresentable ver próximamente a alguno en esos programas sensacionalistas que convierten miserias y tragedias humanas en espectáculo.

Por cierto, en ningún momento escuché de boca de nadie de este bloque una palabra por los otros tripulantes de otras nacionalidades. ¿Es qué la comunicación sólo tiene color español?

Sí que es loable la mención hecha en la rueda de prensa en territorio gallega en la cual los marineros hacen una llamada a favor de los correligionarios de otras nacionalidades aún secuestrados (13 barcos en poder de los piratas somalíes en situaciones infrahumanas).

El tercer bloque afecta a los medios de comunicación. Mientras algunos medios han comenzado a cuestionarse sus propias actuaciones a lo largo de estos meses de rifirrafe y supuestas exclusivas en relación con el asunto Alakrana, hoy, un periódico, El Mundo, volvió a alentar las especulaciones con una noticia sobre un posible timo sufrido por el Gobierno Español que ha sido inmediatamente desmentido por el CNI. Como expertos en comunicación, o por lo menos así se debe considerar a los periodistas que trabajan en los medios, me parece de extrema gravedad la falta de seriedad en el tratamiento de las noticias. Una de las lecciones que se me inculcó en toda mi preparación en comunicación en instituciones punteras en EE. UU., fue el contraste de cada noticia y respaldar afirmaciones con pruebas irrefutables. No observo esta práctica en numerosas intervenciones de profesionales de comunicación en el tratamiento del asunto Alakrana.

Con esta conducta irresponsable, una parte de los medios de comunicación han incumplido con su noble cometido en la sociedad española, dando pábulo a rumores o especulaciones que ha herido sensibilidades de los afectados, ofendido a la inteligencia de los lectores/televidentes/radioyentes, y sobre todo, a comprometer al Estado Español justo en un momento crucial para su imagen internacional en víspera de la presidencia europea.

He dejado para el último bloque el asunto de los organismos internacionales, y aquí deseo expresar mi opinión sobre los verdaderos vencedores de nuestras trifulcas internas, los piratas.

Después de décadas como negociador en asuntos internacionales, incluidos crisis y conflictos, el autor debe llamar la atención al lector a la verdadera causa de este enredo en comunicaciones que nos ha enzarzado en España en una discusión de detalles estériles. Debo aludir a la ineficacia de la ONU para ejercer la potestad que le fue otorgado en 1945 (Carta de las Naciones Unidas) como foro de debate y conciliación de posturas encontradas entre estados miembros. Somalia pertenece a este organismo, igual que España y todos los estados sometidos a la piratería en aguas internacionales sometidos a las leyes marítimas ratificadas y coordinadas por la OMI (IMO). Ante la inacción en este foro, Francia y España tomaron la iniciativa para formar la agrupación estratégica militar Atalanta, a la cual se han sumado una decena de estados. No hay que olvidar que por esos mares circula el comercio internacional sometido a otro organismo de la ONU, la OMC (WTO).

Por lo tanto, la crisis del Alakrana es solamente una de los 34 secuestros frente a las costas de Somalia en 2009 con buques de buques de distintas nacionalidad y banderas, todas pertenecientes a estados miembros de Naciones Unidas.

La ineficacia de la ONU en asuntos marítimos no es la única demostrada en estos últimos tiempos. Recuerdo al lector que en la recién clausurada conferencia de la FAO en Roma, el Secretario-General Ban-Ki-moon mostró su frustración ante la pasividad de los estados miembros (en particular los países desarrollados) para aportar fondos para paliar el hambre en el mundo. Este es el verdadero trasfondo del asunto Alakrana (y demás secuestros hasta la fecha) el hambre y la miseria en el territorio sin gobierno ni leyes conocido como Somalia.

Los “señores de la guerra” que consiguieron que las fuerzas norteamericanas decidieran abandonar ese territorio en la época Clinton son los mismos que dirigen las distintas mafias chantajistas que secuestran en aguas internacionales del Índico y costean flamantes asesores jurídicos y de imagen con despachos en Londres, reconocido centro de asuntos marítimos internacionales. ¿Es permisible esta relación de bufetes y agencias en Londres para amparar actividades siniestras que impiden el libre tránsito del comercio internacional?

Ha llegado el momento de llamar las cosas por su nombre, de acción contundente en el foro lógico – la ONU – para afrontar con rigor y valentía un cáncer político, económico y social que afecta a todos los estados contribuyentes a los fondos operacionales de los organismos bajo su tutela.

No voy a hablar en nombre de la ciudadanía porque no me compete. Sí voy a expresar mi postura personal y profesional sobre todo el lamentable trato comunicativo en relación con el Alakrana.

Me siento víctima de una manipulación informativa y emocional por parte de los actores principales de esta crisis – el Gobierno de España, varios partidos políticos en la oposición, la Audiencia Nacional, el armador, los portavoces de las familias y miembros de la tripulación, y sobre todo, de gran parte de los medios de comunicación. Me considero estafado, al ser un contribuyente que paga sus impuestos, impuestos empleados por las respectivas Administraciones Públicas y poderes del Estado, así como partidos políticos y los beneficiarios de acciones de estos entes a favor de armadores/empresarios, la tripulación rescatada y los familiares de estos. Encima de contribuir económicamente hacia todo el alboroto comunicativo montado. Sobre todo, me produce frustración considerar que el apoyo mediático pretenda lograr respaldo a políticas de protección estatal para una actividad empresarial privada para los atuneros cuando durante décadas en el ejercicio profesional liberal y empresarial nunca se nos ha brindado seguridad militar cuando hemos logrado resultados favorables y beneficiosas para la economía española en países de medio-alto riesgo como Algeria, Angola, Colombia, Cuba, Guinea Ecuatorial, Irak, Irán, Méjico, Rusia, por citar algunos. Recuerdo al lector que permanecen retenidos ilegalmente empresarios españoles en algunos de estos países, sin que el Estado Español haya proporcionado fuerzas militares ni para su protección, menos para su rescate a la fuerza.

Opino que por encima de la valoración de éxitos o fracasos como han pretendido calificar los actores según sus intereses particulares o partidistas, el quid de la cuestión en el caso Alakrana es la conciencia ética en la comunicación de todas las partes implicadas, transmisores y receptores. Es por ese motivo que, como receptor, me encuentro autorizado a opinar.

¿Estamos contribuyendo a un estilo poco ético de comunicación en esta era de la información con nuestro silencio ante tales excesos por algunos sectores de la sociedad globalizada en cual convivimos? Aludo a la conciencia individual para la reflexión con esta frase nada menos que de un gran periodista del siglo pasado:-

Conciencia es la voz interior que nos avisa que alguien está observando . . . . . - H. L. Mencken

Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Experto en Comunicación Estratégica

y Consultor de Relaciones Internacionales

domingo, 22 de noviembre de 2009

EL ALAKRANA: LECCIONES COMUNICATIVAS DE UNA CRISIS EN ALTA MAR


Mantengo que la comunicación estratégica tiene dos puntales sobre las cuales se apoya toda transmisión eficaz de información, particularmente en una situación de crisis:-

1. El arte de averiguar hechos y datos para contrastar su veracidad antes de enunciar un juicio ecuánime

2. El manejo de los tiempos en la emisión de la comunicación necesaria en cada instante de una situación crítica


Es por ese motivo que propongo en esta primera parte del blog una serie de preguntas que considero imprescindibles responder antes de que cualquiera de nosotros pueda considerarse adecuadamente informado de esta lamentable peripecia vivida por una treintena de marineros que faenaba en caladeros del Océano Índico. No expreso mi propia opinión para no influir en la auto-reflexión de cada lector. Lo haré en una segunda parte, cuando espero que el Gobierno, a través de las pertinentes comparecencias, nos haya dado su versión con datos que hoy puedan hacerse públicas sin riesgo a la seguridad del Estado.


Os planteo las preguntas por bloques de aquellos que creo que nos han silenciado algunos datos o por el contrario contado algunas inexactitudes:-

Ø Los Organismos Internacionales: ¿Es aceptable a estas alturas del Siglo XXI que la comunidad internacional y los organismos mundiales toleren la piratería en los mares? ¿Para qué sirven la ONU, la OMI (IMO) y la OMC (WTO) si al final son los estados miembros los que deben intervenir para proteger el libre tráfico marítimo del comercio intercontinental? ¿Qué comunicados se han emitido desde estos organismos durante este secuestro y otros secuestros como el del atunero Alakrana?

Ø El Gobierno de España: Pendientes de las explicaciones que ha prometido el Gobierno, a través de la Vice-Presidenta Primera y portavoz, ¿cómo explicar la confusión generada por las descoordinación interdepartamental de los ministerios implicados en el asunto? ¿Hubo un plan estratégico de comunicación que al tiempo que informara con mesura resguardará la estrategia diplomática negociadora del Estado Español? ¿Se ha sabido explicar la importancia de la Operación Atalanta y el papel principal que ha jugado España en su puesta en marcha? ¿Se quiso buscar culpables internamente para justificar errores tácticos lanzando comunicaciones interesadas de las partes implicadas? ¿Supieron responder a las críticas para evitar una mala imagen de España?

Ø Los Partidos Políticos: ¿Supieron estar los partidos en la oposición, en particular PP, PNV y BNG, a la altura de las circunstancias desde el primer día del secuestro hasta la liberación de toda la tripulación? ¿Algún partido aprovechó la desgracia con fines poco éticos? ¿Dijeron lo que pensaban o tramaban en cada momento crucial? ¿Pensaron en algún momento en la imagen desunida que se daba al mundo entero? ¿Comunicaron correctamente sus posturas acorde a los tiempos de cada momento crucial del secuestro?

Ø El Armador y la Tripulación: ¿Alguien escuchó un comunicado del armador en algún momento de la crisis? ¿Buscó con el silencio encubrir alguna acción inapropiada del atunero Alakrana con el único fin del lucro a pesar del riesgo de ser secuestrado? ¿Cumplió el patrón órdenes o actuó por motu proprio al elegir la zona donde pescaba en el momento del secuestro? ¿Supo alguien a lo largo de 47 días el estado del resto de la tripulación no española que era mayoría en el atunero? ¿Habló alguien de la empresa propietaria del Alakrana sobre las condiciones humanas en las cuales faenaban dicha tripulación, más allá de exigir protección militar? ¿Ha comunicado el armador en algún momento su estrategia para proteger su embarcación en la actividad lucrativa que desarrollaba?

Ø Las Familias de los Marineros Españoles: Dentro de la angustia y sufrimiento por sus seres queridos, ¿trazaron los familiares portavoces una estrategia para llamar la atención del público al problema? ¿Fueron conscientes que al acudir a los medios de comunicación abrían la veda para que perdieran gran parte de su privacidad y pusieran en riesgo las acciones diplomáticas negociadoras? Al pedir por sus maridos, los marineros españoles, ¿dijeron algo sobre los otros tripulantes a bordo? Al exigir las familias vascas medidas para proteger su intimidad en el instante del regreso de sus maridos a España, ¿comprendieron que rompían las reglas de cortesía hacia los medios de comunicación que les habían dado cobertura nacional a sus plegarias? ¿Pensaron en algún momento las familias que muchos somos los españoles (me incluyo tras dos décadas de actividad internacional en países de alto riesgo) que ejercemos profesionalmente en distintas partes del mundo y que el Estado Español no pone soldados a nuestra disposición para proteger nuestra actividad profesional lucrativa?

Ø Los Medios de Comunicación en España: Y los medios de comunicación, ¿se sienten satisfechos de su papel en la transmisión de información, en más de una ocasión no contrastada? ¿Consideran permisible que algún medio narrara incidentes que posteriormente se supo que nunca habían sucedido como fue lo del desembarco a tierra de tres tripulantes? En el afán de exclusivas, ¿piensan que esos logros eran más importantes que las negociaciones diplomáticas que pretendían salvar una treintena de vidas? ¿Se sienten orgullosos los medios de haber alentado el sufrimiento de algunas familias y la desazón general de una población que observaba ciertas manipulaciones interesadas de las noticias? ¿Comunicaban profesionalmente o meramente vendían prensa y tiempo patrocinado en televisión y radio?

Ø Los Ciudadanos Españoles: ¿Hemos sido cómplices, victimas o espectadores pasivos de una gestión inapropiada de la comunicación en torno al Alakrana? ¿Nos implicamos en los circuitos de transferencia de manera ética cuando hablamos de una situación que afecta a terceros? ¿Nos hemos sentido parte de todo este cúmulo de despropósitos comunicativos en 47 largos días de la crisis llamada Alakrana?

Y como reflexión final para el lector, insisto en una frase de mi filósofo norteamericano predilecto, Eric Hoffer –

“Miente más alto aquél que se miente a sí mismo ...”



Fernando Fuster-Fabra Fdz.

Experto en Comunicación Estratégica

y Consultor de Relaciones Internacionales